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jueves, 28 de julio de 2016

INVESTIGACIÓN PUBLICADA EN REVISTA INTERNACIONAL REVELA ALTOS NIVELES DE GLIFOSATO EN EL RÍO PARANÁ

El agrotóxico comercializado por Monsanto, Bayer, Syngenta, Chem China, BASF, Dow y Dupont contamina las aguas de este río argentino en 23 puntos donde se hicieron las mediciones.

Cuenca del Río Paraná contaminada con
glifosato revelan estudios publicados en
revista internacional. Hacer clic 

para aumentar el mapa.
Una investigación realizada por científicos expertos del CONICET detectó altos niveles del herbicida glifosato en la cuenca del Río Paraná y sobre todo en los afluentes que proliferan en el área sojera.

La cuenca del río Paraná, que se considera la segunda más importante en Sudamérica luego del Amazonas, está absolutamente contaminada con este químico tóxico para seres humanos llamado glifosato o AMPA, que es su residuo. Los científicos argentinos llegaron a esta conclusión en base a un estudio concreto que fue publicado por la revista internacional Environmental Monitoring and Assessment.

La Doctora en Ciencias Naturales Alicia Ronco,
responsable del Centro de Investigaciones
Medio Ambientales (CIMA), investigadora
principal del CONICET.
Los responsables de la investigación son la Dra. en Ciencias Naturales Alicia Ronco, responsable del Centro de Investigaciones Medio Ambientales (CIMA), investigadora principal del CONICET y Damián Marino, biólogo del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIMA), que depende de la Universidad Nacional de La Plata. Ambos son científicos del CONICET. Los resultados exponen que el Río Paraná recibe una descomunal carga tóxica por sus afluentes que surcan los campos transgénicos de siembra intensiva directa con semillas de Monsanto.

La ciudad de Paraná, Entre Ríos, fue uno de
los puntos donde se hicieron mediciones
de las aguas.
Aunque el estudio fue llevado a cabo entre el 2011 y 2012 recién se da a conocer en julio de este año. Resalta que el glifosato y su metabolito se concentran mayormente en los sedimentos de los cursos de agua que alimentan precisamente al Paraná.

Mediante pruebas realizadas en 23 puntos específicos de la cuenca, el Paraguay y sus afluentes, los científicos localizaron inmensas cantidades del plaguicida sobre todo en el lecho de estas corrientes.

Los tramos más contaminados
La inspección expone de forma contundente que los tramos del Paraná que alcanzan las provincias de Santa Fe y Entre Ríos son los más contaminados de glifosato junto al Río Luján.

El río Paraná a la altura de la
ciudad de Santa Fe.
Según lo expresaron los científicos esta contaminación ambiental es una consecuencia directa de las actividades agropecuarias que se realizan en esa área de Argentina.

Marino indicó que la inspección científica "comenzó en el Pilcomayo y fue realizado en colaboración con Prefectura Naval. Se midieron todas las desembocaduras de los ríos que alimentan al Paraná".

Recorrido del río Parana de Paso de
la Patria a Zárate Brazo Largo. Cliquear
para agrandar la infografía.
"La carga de glifosato aumentó a partir de la zona centro de la provincia de Santa Fe, con concentraciones muy elevadas en afluentes como el arroyo Saladillo. Los niveles que medimos en muchos casos dieron más elevados que los cotejados directamente en campos de soja", subrayó.

La investigación también comprende la detección de altas concentraciones de glifosato y su residuo AMPA en canales y arroyos del sureste de la provincia de Buenos Aires.

Estructura química del glifosato
y su residuo AMPA.
De acuerdo al estudio, el 66 por ciento de las muestras de sedimentos registró una cantidad elevada del herbicida en esa zona, mientras que ya en la medición aplicada al agua el 35 y 33 por ciento de las tomas dieron positivo en glifosato y AMPA, respectivamente. "El sedimento del arroyo Saladillo exhibe una alta y letal toxicidad", indica el documento.

El primer estudio que se realiza en el Paraná
El presente estudio es el primero realizado en la cuenca del Paraná y, precisa que acorde al monitoreo, "los resultados revelaron una mayor concentración de estos compuestos en los tramos medio e inferior del río, por afluentes de regiones donde se hace agricultura intensiva".

El Dr. Damián Marino, investigador del
CONICET y uno de los autores de la
investigación.
Acorde al biólogo Marino, el problema que origina esta concentración en el lecho del río y sus afluentes radica en el carácter anaeróbico del punto donde se acumula el glifosato.

"Se detectó sulfuro, y el problema es que opera como un agente que no permite la degradación normal a través de microorganismos. La falta de oxígeno que origina el vínculo entre el glifosato y el sulfuro hace que el herbicida perdure en el tiempo. La falta de organismos que oxiden, derivada de esta combinación que hallamos en los lechos, origina que el glifosato siga acumulándose", explicó.

Imagen de Rosario desde el río Paraná.
El científico añadió que una gran parte del plaguicida contamina las aguas por el "escurrido de las lluvias que se precipitan sobre los campos productivos".

"El glifosato es poco afín a permanecer en el agua, por eso lo detectamos muy poco en el centro del río. Pero sí se adhiere en el fondo, se acumula en el barro. En tanto los materiales tienden a movilizarse hacia las costas, entonces tenemos un lodo en tránsito que luego se acumula en las playas", indicó.

En marzo de 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), vinculada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que existe evidencia suficiente para vincular al glifosato con, precisamente, la proliferación del cáncer.

Un cargamento del agrotóxico glifosato,
el más utilizado en la Argentina. Es 

cancerígeno, mutagénico y disruptor 
hormonal.
Cientos de estudios incluyendo a la Organización Mundial de la Salud, certificaron que el agroquímico comercializado por Monsanto, Bayer, Syngenta, Chem China, BASF, Dow y Dupont es un producto cancerígeno, mutagénico y disruptor hormonal.

En la Argentina el herbicida representa, por lejos, el pesticida más utilizado en la producción agrícola: de acuerdo a números de la industria, de los casi 300 millones de litros de agroquímicos que se fumigan por año, más de la mitad corresponden al herbicida creado por la multinacional Monsanto.

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