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jueves, 9 de junio de 2016

NICOLÁS KASANZEW PRESENTÓ EN ROSARIO UNA NUEVA REEDICIÓN DE SU LIBRO: MALVINAS A SANGRE Y FUEGO

El periodista argentino Nicolás Kasanzew es conocido por su labor durante la Guerra de Malvinas. Es recordado a causa de su cobertura como corresponsal durante el conflicto bélico con Gran Bretaña cuando la Argentina recuperó las Islas Malvinas que estaban usurpadas desde 1833. Fue el único cronista argentino junto a su camarógrafo Alfredo Lamela que estuvo en el conflicto bélico hasta el último día de la guerra. 

Nicolás Kasanzew durante su presentación en
Rosario, el 8 de junio de este año. En el
momento que explica la historia
del soldado Oscar Ledesma.
“Malvinas es la única causa nacional en la que están de acuerdo el 95 por ciento de los argentinos”, comentó Kasanzew durante la conferencia.

El periodista visitó la ciudad de Rosario, para presentar una nueva reedición de su agotado libro sobre el conflicto bélico, Malvinas a Sangre y Fuego. El 8 de junio a las 18 horas en el aula magna de la Universidad Abierta Interamericana brindó una emotiva charla sobre la Gesta de Malvinas.

Kasanzew destacó el heroísmo
de los argentinos en Malvinas.
Kasanzew actualmente vive en Miami, donde trabaja en la televisión de habla hispana, para la que cubrió también conflictos bélicos en Nicaragua, El Salvador, Líbano e Irak.

Sobre la guerra de Malvinas escribió dos libros: Malvinas a Sangre y Fuego en 1982 y La pasión según Malvinas en 2008, un libro con fotografías que el periodista tomó con su cámara Nikon personal durante el conflicto bélico. También editó dos discos con canciones titulados Quijotes de Malvinas cuyos temas son cantados por el santafecino Carlos Longoni.

Actos heroicos en Malvinas
Nicolás Kasanzew realizó una brillante disertación ante un sala repleta, cuyo tema central fue el heroísmo de los argentinos en Malvinas, mientras en estos 34 años se recordaba solo lo peor de Malvinas y se lo sigue haciendo, desmalvinizando a las masas, olvidando los comportamientos heroicos individuales, los hubo en las tres fuerzas.

Tapa del CD "Quijotes de Malvinas".
Afirmó Kasanzew que “la desmalvinización de los argentinos comenzó al día siguiente de la rendición de Puerto Argentino”.

Recordó varias frases de elogio de los propios militares ingleses hacia los combatientes argentinos, como las del Brigadier Julian Thompson, que en su libro No Picnic, confiesa que no fue un picnic para los británicos, “estos adolescentes disfrazados de soldados nos estaban causando tantas bajas que estuve a punto de sacar a mis muchachos de Monte Longdon”.

Pintura de la fragata inglesa HMS Broadsword
atacada el 25 de mayo de 1982 por Douglas
A-4B de la Fuerza Aérea, a la izq. el teniente
Carlos Rinke, a la derecha, el capitán
Pablo Carballo.
Recordó el periodista a esos valientes pilotos que para llegar hasta el invasor inglés tenían que atravesar un erizo defensivo de proyectiles de todo tipo, que les descerrajaban las fragatas en cuanto los divisaban, Volando a casi mil kilómetros por hora en sus vetustos Skyhawk de la década del ´50, arremetían contra naves modelo 80, sabiendo que las probabilidades de sobrevivencia de un ataque a las naves invasoras era menos del 10 % y volaban con una audacia que aun hoy provoca la admiración del mundo entero. Sin embargo los sucesivos gobiernos argentinos de todos los partidos optaron por el olvido de los héroes de Malvinas.

El piloto Carlos Musso,
dejó Aerolíneas Argentinas
para ir a combatir a la
Guerra de Malvinas.
Citó ejemplos de pilotos civiles de vuelos internacionales que decidieron abandonar su cómodo empleo volando a París o Nueva York para pilotear aviones de combate, como el comandante de Aerolíneas Argentinas, Carlos Musso que cambió su Boeing 747 de pasajeros por un afilado Mirage Dagger, para defender a la Patria con su mortífero aparato con el que arremetió contra la flota colonialista en cinco misiones. Terminada la guerra volvió a la aeronáutica civil como copiloto de un Boeing 737 de Aerolíneas Argentinas.

También mencionó que apenas desatado el conflicto de Malvinas, unos 200.000 civiles se anotaron como voluntarios en el Ministerio de Defensa para participar de la defensa de las islas. Ninguno fue convocado.

Ilustración de la muerte del Teniente Coronel
Herbert Jones y de varios de sus veteranos a
manos del soldado Oscar Ledesma, de 19 años.
Luego pasó las canciones del barítono Carlos Longoni con letra del propio Kasanzew, cada tema está dedicado a un héroe de Malvinas. Comenzó recordando al soldado conscripto cordobés Oscar Ledesma, de 19 años, que liquidó al teniente coronel de paracaidistas Herbert Jones, el oficial inglés de más alto rango muerto en Malvinas, jefe del 2° Batallón de Paracaidistas. El 28 de mayo, usando una ametralladora MAG, abatió al inglés en la batalla de Darwin a 35 metros de distancia.

En la foto, el Subteniente Juan Gómez
Centurión en la batalla de Pradera del
Ganso o Goose Green.
Así hizo con una gran cantidad de héroes, explicando brevemente su gesto de valor y luego se pasaba el tema musical referido a esa persona acompañado de fotos y videos relacionados.

Siguió con el subteniente Juan Gómez Centurión, que combatió en la batalla de Pradera del Ganso o Goose Green, liderando en desventajas numérica y material varios contraataques al enemigo en la batalla de Darwin.  

Guarniciones argentinas en las Islas Malvinas
en abril, mayo y junio de 1982. Clic en
el mapa par aumentarlo.
Kasanzew pasó luego a recordar la hazaña del valiente cabo correntino Roberto Basilio Baruzzo que salvó al teniente primero Jorge Echeverría que había recibido cinco balazos durante el combate en Monte Harriet contra los ingleses, en la noche del 10 al 11 de junio de 1982. Herido en un brazo por una esquirla de bomba, Baruzzo del Regimiento 12 de Infantería de Mercedes observa la acción envolvente que están realizando los ingleses sobre Monte Harriet. Las cabezas de los ingleses asoman detrás de las rocas, y tanto Baruzzo, como el teniente Echeverría afinan la puntería en un intenso intercambio de disparos, hasta que finalmente el oficial es herido en la pierna y cae en un claro, ya fuera de la protección de la roca. Cuando Baruzzo se le quiere acercar, un inglés surge de la oscuridad y le tira al cabo. Yerra el primer disparo, aunque la bala pega muy cerca, pero antes de que pueda efectuar el segundo, Echeverría, disparando desde el suelo, lo abate. Otro inglés le tira a Echeverría, pero Baruzzo lo mata de un certero disparo. Cerca de ellos, el conscripto Gorosito pelea como un león. Los adversarios están a apenas siete u ocho metros uno del otro y sólo pueden verse las siluetas en los breves momentos en que alguna bengala ilumina la zona.

El cabo Baruzzo a la izquierda, y el teniente
Echeverría, se encuentran después de 24
años, no se veían desde 1982.
El teniente Echeverría está sangrando profusamente: tiene tres balazos en la pierna. El joven cabo – de apenas 22 años – con el cordón de la chaquetilla del oficial, le hace un torniquete en el muslo para detener la hemorragia y comienza a cargar al teniente. De repente, de atrás de un peñasco, entre la neblina y las bengalas, surge la silueta de un inglés, quien dispara, y le da de lleno a Echeverría. Baruzzo contesta el fuego y el atacante se desploma muerto. Baruzzo lo agarró de la chaquetilla al teniente y empezó a arrastrarlo hasta guarecerlo en una piedra, siguió avanzando y eliminó a un enemigo despojándolo de un visor nocturno y luego de las armas para seguir luchando. Echeverría le dijo:

Un libro de fotografías únicas tomadas
por el propio Nicolás Kasanzew en
los días de la Guerra de Malvinas.
“Andáte Roberto, vos te podés salvar”. Sin embargo Baruzzo siguió luchando matando a cada inglés que aparecía y llevando al teniente sobre su hombro de refugio en refugio, dejando un reguero de sangre en la nieve. A los soldados muertos les quitaba sus armas y seguía disparando. Ya sin municiones y rodeado, decidió pelear con su cuchillo y mandó a otro inglés al infierno en lucha cuerpo a cuerpo.

Finalmente fue rodeado pero los soldados no le dispararon, lo cercaron y uno de los ingleses lo obligó a bajar el cuchillo de combate, tocándole la mano con el caño del fusil, como diciéndole que ya todo estaba terminado. Baruzzo, cubierto de pies a cabeza con la sangre de Echeverría, dejó caer el arma, entonces el soldado enemigo lo abrazó y le dijo: “Ok, argie”. Era una sección de Royal Marines del Batallón 42.

El Cabo Roberto Baruzzo
en la actualidad.
El heroísmo del cabo Baruzzo constituye uno de los actos de arrojo más resonantes del conflicto armado entre Argentina e Inglaterra. Ambos hoy están vivos.

Personalmente, Baruzzo volvió a encontrarse con Echeverría recién 24 años después de aquella terrible noche. Ambos lloraron, el oficial le mostró sus heridas, dijo que el cabo había sido su ángel de la guardia, y le regaló una plaqueta, con la inscripción: “Estos últimos 24 años de mi vida testimonian tu valentía”.

El alférez Eduardo Daghero y los soldados 
Clase 63 José Luis Morales a la derecha y 
Andrés Daniel Coronel a la izquierda. Foto 
tomada el 1° de junio de 1982 en 
Puerto Argentino.
Posteriormente recordó al alférez Eduardo Daghero y los soldados conscriptos José Luis Morales y Daniel Coronel. Eran observadores de la Base Aérea Cóndor en Pradera del Ganso. Esos tres hombres fueron los únicos que no se rindieron, el 30 de mayo en la primera batalla terrestre del conflicto, donde hubo 35 argentinos muertos y 145 heridos en combate. Dhaguero, Morales y Coronel lograron burlar el cerco inglés. Estaban destinados en el Puesto "Biguá", de la ROA (Red de Observadores Adelantados), quienes en las afueras del poblado de Puerto Darwin, a la intemperie, vigilaban las posibles avenidas de aproximación de los Harriers, allí donde los radares argentinos no cubrían el espacio aéreo. Tras marchar camuflados varias jornadas, durmiendo de día en un pozo y tapados con una frazada que se cubría con la nieve que caía y caminando de noche, fueron rescatados en una audaz incursión por terreno enemigo de helicóptero, que llegó volando a ras de la hierba desde Puerto Argentino al mando de los tenientes Vergara y Sánchez.

Kasanzew homenajea al piloto Luciano
Guadagnini, muerto en acción mientras
atacaba la fragata inglesa Antelope
en un A-4B.
También hubo un homenaje al Primer teniente Luciano Guadagnini que atacó la fragata británica HMS Antelope. El 23 de mayo, cuatro A-4B Skyhawk formando la escuadrilla Nene (Capitán Pablo Carballo, Primer Teniente Luciano Guadagnini, Teniente Carlos Alfredo Rinke, Alférez Hugo Gómez) atacan en el estrecho de San Carlos a la fragata pirata HMS Antelope, pero apenas fueron avistados, comenzaron a recibir fuego antiaéreo de la fragata y de los infantes en tierra de la cabeza de playa.

En el centro, el Primer teniente
Luciano Guadagnini, muerto
en combate.
El Alférez Gómez libera una bomba sobre el buque objetivo e inicia la carrera de regreso hacia el continente. El avión de Carballo fue dañado por la explosión de un misil, debajo de su ala izquierda, por lo que aborta su ataque. El Primer Tte. Guadagnini puede lanzar sus bombas sobre la fragata. Caen el navío pero ninguna bomba estalla. En tanto el teniente Rinke afirma que disparó sobre un porta helicópteros. Posterior a su lanzamiento, el avión del Primer Teniente Guadagnini recibe fuego enemigo que lo desestabiliza y no puede evitar estrellarse contra las antenas del buque que atacó, desintegrándose en el acto. Sin posibilidad de salvación, Guadagnini perece cumpliendo con su deber.

La fragata británica HMS Antelope explota
el 24 de mayo de 1982 en el
Estrecho de San Carlos.
La HMS Antelope fue remolcada hacia el interior del Estrecho de San Carlos, con dos bombas sin explotar a bordo y un incendio, los británicos deciden evacuar la fragata excepto por el personal esencial para desactivaciones y control de daños. 

En la noche del 23 al 24, y mientras el personal de desactivación intentaba desactivar una de las bombas, ésta estalla y el incendio consiguiente alcanza un pañol de misiles Sea Cat. Las explosiones continuaron durante la noche. Al día siguiente la fragata permanecía todavía a flote, pero su quilla se había roto y la superestructura se fundió en un montón de hierros retorcidos. La Antelope se rompió por la mitad y se hundió el 24 de mayo. La explosión y hundimiento de la fragata enemiga fue un duro golpe para los invasores británicos.

A la izquierda, delante de Nicolás Kasanzew
está el coronel retirado Luis Antonio Caballero
y ex combatientes de Malvinas que subieron
al escenario para entonar el Himno
Nacional Argentino.
Cerca de la finalización de la charla Kasanzew invitó al coronel retirado Luis Antonio Caballero que estaba a cargo del Grupo de Artillería 3 en Puerto Argentino, para que diga unas palabras y también invitó a subir al escenario a todos los ex combatientes presentes, defensores de la patria, cuyo sacrificio, esfuerzo y humildad, engrandecieron el nombre de Argentina.

A la izquierda, Nicolás Kasanzew disparando
un cañón de 105 mm de la Batería del Grupo
de Artillería 3, el 12 de junio de 1982.
Recordó Kasanzew que el 12 de junio, cuando se estaban desarrollando los combates más duros, tuvo el honor de accionar un disparo del cañón Otto Melara de 105 mm contra los ingleses que ya ocupaban el monte Longdon. Esto ocurrió en la batería del teniente Caballero, cuyo jefe era el entonces teniente coronel Antonio Martín Balza. Caballero, con el eficaz fuego de su batería detuvo durante muchas horas el avance de las tropas invasoras inglesas hacia Puerto Argentino.

A la izquierda, el coronel retirado Luis Antonio
Caballero, explicando porque le dejó efectuar
un disparo de cañón a un civil como Kasanzew.
Caballero dijo a todos los presentes en la conferencia, que lo dejó disparar un cañonazo a Kasanzew contra el enemigo, cuando él entonces era Teniente primero, “porque la Constitución Nacional reza que todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la Patria. Pero luego, Nicolás le pidió que lo dejara efectuar un segundo disparo y le dije que no, ya era demasiado”, lo que provocó las risas de todo el auditorio.

Kasanzew dedicando su
libro a un ex combatiente.
A continuación, Kasanzew rodeado de todos los ex combatientes en el escenario, algunos con cicatrices y medallas que lucían orgullosos, pidió que todos entonaran las estrofas del Himno Nacional Argentino. El público de pie, visiblemente emocionado lo cantó a todo pulmón, fue un final muy emotivo.

Pero no terminó para Kasanzew que debió firmar decenas y decenas de autógrafos en sus libros y sacarse un centenar de selfies con sus seguidores. Luego, fue invitado a cenar con un grupo numeroso de ex combatientes.

Aniversario del desastre británico de Bahía Agradable
La disertación de Kasanzew se dio también en el 34 aniversario de otra derrota británica, cuando el 8 de junio de 1982 las tropas colonialistas en las Islas Malvinas intentaron hacer un segundo desembarco de tropas, el lugar elegido era en Bahía Agradable, que terminó en un rotundo desastre cuyas verdaderas bajas Gran Bretaña aún oculta.

Por causa del ataque argentino Gran Bretaña pierde en este desembarco (como mínimo) alrededor de 150 hombres que pueden llegar a unos 300 entre los analistas más pesimistas. El gabinete de guerra inglés pide que no se revelen las bajas.

Durante el intento de desembarco del 8 de junio los barcos británicos fueron atacados por dos oleadas de aviones A-4B Skyhawk de la V Brigada Aérea de la FAA, que despegaron de Río Gallegos, cada uno de ellos cargado con tres bombas de efecto retardado por paracaídas de 500 libras, de diseño español.

También dos escuadrillas de Mirage Dagger de ataque se lanzaron contra la fragata HMS Plymouth antes de llegar a la zona de desembarco, y lanzaron las bombas demasiado bajo, con lo que pese a alcanzar al buque inglés cinco bombas, éstas no explotaron, si bien la Plymouth resultaría gravemente dañada.

Consultado al respecto por el programa radial Contacto con la Creación, Nicolás Kasanzew, dijo lo siguiente sobre el ocultamiento de las bajas británicas:

“Ellos son ocultadores, el teniente Losito que estuvo combatiendo en Top Malo House, fue herido en combate y llevado en un helicóptero inglés, vio 3 bolsas negras para cadáveres y ellos reportan que en ese combate no tuvieron ninguna baja. Son ocultadores porque la verdad no les conviene”.

Respecto al soldado Oscar Ledesma que mató al teniente Jones, “los ingleses le dieron una fenomenal paliza y luego le hicieron simulacros de fusilamiento”, reveló Kasanzew.

“Ese día vencimos nada más ni nada menos que a los Caballeros de la Tabla Redonda, porque hundimos al Sir Galahad, el Sir Tristam y el Sir Lancelot ya había sido averiado el 24 de mayo. ¡Gloria eterna a la Fuerza Aérea Argentina!, exclamó.

Y prosiguió “esto sucedió a 20 kilómetros de Puerto Argentino, y teníamos varios helicópteros Chinook que no se los mandamos, porque podríamos haberlos atacado cuando los ingleses desembarcaban todos heridos y quemados por los ataques de la aviación argentina. Aquí fallaron los generales argentinos. Ellos reportaron 60 muertos y 200 heridos, pero la cifra seguramente fue mucho mayor”.

En la primera oleada el Sir Galahad, fue golpeado por tres bombas del avión del primer teniente Carlos Cachón. El Sir Tristram, fue golpeado por dos bombas soltadas por el líder de la escuadrilla de ataque, el teniente Daniel E. Gálvez. Las explosiones y subsecuentes incendios mataron a 48 hombres embarcados en el Sir Galahad y a dos tripulantes del Sir Tristram, según informaron los británicos. Mueren decenas de soldados chinos en la playa, por los fuertes bombardeos.

Mientras se efectuaba el primer ataque se ordenó la salida de otra escuadrilla, que ya no contaba con el factor sorpresa. A las 16:50, esta segunda oleada compuesta por cuatro A-4B Skyhawk del Grupo 5 de Caza atacaron y hundieron un lanchón de desembarco del HMS Fearless, que transportaba los vehículos del cuartel general de la 5.ª Brigada desde Puerto Darwin a Bahía Agradable con la pérdida de seis marines reales. Sin embargo, la patrulla aérea de combate de Sea Harrier estaba ya en escena y respondió enfrentando a la escuadrilla Mazo, al mando del primer teniente Danilo Rubén Bolzán, secundado por el teniente Juan José Arrarás y el alférez Guillermo Alberto Dellepiane y la otra sección ―indicativo Martillo― al mando del primer teniente Oscar Berrier, secundado por el primer teniente Héctor Hugo Sánchez y el alférez rosarino Jorge Alberto Vázquez.

El avión de Bolzán fue derribado por el teniente David Smith, mientras que los otros dos Skyhawk de Arrarás y Vázquez fueron víctimas del teniente David Morgan. Allí quedaron para siempre otros tres combatientes más como centinelas eternos. Tres grandes pilotos de la Patria han perdido la vida, pero ganado la gloria.

Consultado sobre cuando terminará la usurpación británica dijo Kasanzew que “primero tenemos que recuperar el país, si recuperamos el país, si tenemos fuerzas armadas, si no estamos de rodillas, las Malvinas van a caer como un fruto maduro en nuestras manos. Inglaterra está por tener una implosión demográfica, no se reproducen los ingleses. Hace unas pocas semanas, por primera vez en la historia, fue elegido un musulmán como alcalde de Londres. Cuando se desintegre económicamente no va a poder seguir manteniendo una colonia a 12.000 kilómetros de distancia”.

La hermana del heroico alférez Jorge Alberto Vázquez
Entre el público presente en la conferencia de Nicolás Kasanzew se encontraba Mónica Vázquez, hermana del alférez rosarino Jorge Alberto Vázquez fallecido en combate, el 8 de junio en Bahía Agradable. Una plazoleta lo recuerda en la esquina de avenida 27 de Febrero y Moreno.

“Como hermana del teniente Alfredo Jorge Alberto Vázquez, quiero decir que ha sido muy gratificante escuchar esta conferencia. Hoy hace 34 años que mi hermano falleció, fue un heroico piloto que fue derribado en Bahía Agradable, con solamente 24 años de edad”, explicó para Contacto con la Creación.

Sobre su hermano expresó: “Él estaba muy compenetrado con su carrera, desde los 16 años comenzó a coleccionar aviones, de carpetas, de revistas, de diarios. Curso la primaria en la escuela República del Líbano del padre Cantilo, y el secundario en el Superior de Comercio. Hasta que decide seguir estudiando en la Escuela de Aviación militar. Se recibe de alférez, estuvo en Mendoza volando aviones Moran Saunier, y en 1981 en Villa Reynolds en San Luis ya volaba los caza-bombarderos Douglas A-4B. Nos llevábamos 16 meses y volar aviones de combate era su pasión”.

“Es un orgullo muy grande, pero también hay mucho dolor, por la forma en que falleció. Lo persiguió un misil que lo alcanzó. Durante la Guerra tuvo muchas misiones, el 12 de mayo de 1982 murieron todos sus compañeros y volvió solo al continente. Quedó muy shockeado por haber visto fallecer a sus compañeros, eran otros tres pilotos. Y el 8 de junio le tocó caer a él en una de las incursiones contra el enemigo. Siempre tuvo ese coraje y esa valentía de continuar y seguir adelante. Fue destruido en el aire por un misil Sidewinder norteamericano, cayó en el mar y nunca supimos más nada. Mi hermano era soltero, tenía a su novia y planeaba casarse cuando volviera de Malvinas. Nació el 8 de setiembre de 1957 y ahora se acercaría para cumplir 59 años”.

Algo más sobre el único corresponsal en las Islas Malvinas
Nicolás Kasanzew, fue el único corresponsal de guerra –de principio a fin- durante el Conflicto en Malvinas, permaneció más de 50 días en las Malvinas. Hubo otros corresponsales en las islas al principio de la guerra, pero cuando se produjeron los primeros bombardeos todos salieron corriendo hacia en continente.

El camarógrafo de Canal 7, Alfredo Lamela que también estuvo acompañando a Kasanzew, sintetizó el tiempo que estuvieron en la Guerra: “Donde había tanto coraje era difícil quedarse atrás”. De hecho, permanecieron prácticamente hasta el último día de los combates, y se ofrecieron par tomar las armas como voluntarios y defender Puerto Argentino, pero el Gral. Menéndez, gobernador de las islas no los dejó.

Salieron de las Islas Malvinas en el último avión Hércules C-130, que despegó de la Base Aérea Militar Comodoro Rivadavia a las 15:26 horas del 13 de junio, luego de un vuelo de más de tres horas y media a 10 metros de la superficie del agua, aterrizó en Puerto Argentino sin ser detectado por las fuerzas invasoras colonialistas, llevando a bordo un elemento vital para las tropas argentinas: un poderoso cañón calibre 155 milímetros y su correspondiente parque de munición.

Luego de descargar el cañón y las municiones, el último vuelo argentino de la noche del 13 de junio de 1982, despegó de Puerto Argentino a las 20:35 horas, llevando a bordo a casi 70 personas, entre ellos dos periodistas de Argentina Televisora Color, Nicolás Kasansew y Carlos Lamela. En los primeros minutos del 14 de junio de 1982 el Hércules aterrizó en la Base Aérea Militar Comodoro Rivadavia, a poco más de 9 horas de la partida inicial. Este vuelo además, fue una demostración también de que los ingleses jamás pudieron anular la pista aérea de Puerto Argentino que estuvo siempre operativa. Pero en sus informes manipulados una y otra vez Inglaterra desinformaba diciendo que la pista había sido destruida.

En el Canal 7 de Argentina, que era, por aquel entonces, el de mayor audiencia en nuestro país, se emitían diariamente los informes de Kasanzew, enviado especial como cronista de guerra a cubrir el conflicto en las Islas Malvinas, con imágenes grabadas por el camarógrafo Alfredo Lamela.

A la censura militar no le gustaban las notas que Nicolás Kasanzew, enviaba desde el frente de batalla en las Malvinas. Prueba de ello es que un 95% del material que grabara con su camarógrafo Alfredo Lamela, no sólo no fue emitido, sino que está desaparecido y, muy probablemente, fue destruido. Tampoco le cayeron bien a los organismos de Inteligencia las fotos que el periodista sacaba con su Nikon personal los siete primeros rollos que había enviado al continente fueron confiscados y se esfumaron sin dejar trazas.

Kasanzew, nació el 31 de mayo de 1948. Comenzó en el periodismo como colaborador del diario La Nación, luego como redactor de la revista Siete Días, y en 1978 debutó en televisión en el programa Video Show.

Tras que el gobierno de Raúl Alfonsín y el proceso de desmalvinización -que caracterizó a su gobierno- le negarán trabajo en el Canal 7 por haber sido -según el gobierno radical-, "la cara" del conflicto, Kasanzew debe emigrar. Los sucesivos gobiernos argentinos también lo proscriben hasta la actualidad. Vive actualmente en Miami, tiene cuatros hijos, tres de ellos han seguido los pasos de su padre y son periodistas.

Kasanzew siempre destacó el maltrato que sufrieron los combatientes al finalizar el conflicto una vez regresado, donde fueron menospreciados, hasta discriminados.

El Ejército Argentino lo considera oficialmente como ex combatiente, y también el Congreso Nacional, que en tiempos del presidente Raúl Alfonsín equiparó a los civiles argentinos que estuvieron en las islas con los soldados conscriptos. Lo hizo mediante las leyes 23.848 y 24.652. Dieciocho civiles murieron en combate durante la defensa de las islas.

Por su cobertura de la guerra de Malvinas, Nicolás Kasanzew fue condecorado con la Orden a los Servicios Distinguidos del Ejército Argentino y con la Medalla del Congreso de la Nación Argentina.

Tras el conflicto de Malvinas trabajó en distintos medios de prensa nacionales e internacionales: CNN, Telemando, NBC, entre otros. En 1982 publicó el libro Malvinas a sangre y fuego que tuvo una tirada de 85.000 ejemplares y se encuentra agotado hace muchos años y va por su tercera reedición.

Los soldados argentinos, pese a su inexperiencia, lograron obtener en 1982 (durante 44 días de épicos combates), sorprendentes resultados contra tropas escogidas de la propia OTAN, y cabe pensar que si un país subdesarrollado como la Argentina logró hundirle 8 naves modernas, derribar decenas de aviones Harrier y helicópteros colonialistas, ocasionarle cuantiosas bajas humanas al enemigo ¿qué le podríamos haber hecho si fuéramos más avanzados?

Los actos heroicos de nuestros hombres no deben ser olvidados ya que, además de ser una terrible injusticia, le quita a la nación argentina de lo que poseen todos los demás países, el ejemplo de los valientes para forjarles el espíritu a las generaciones futuras.

Por Alberto Seoane


Reportajes a Nicolás Kasanzew de varios medios e imágenes tomadas por su camarógrafo en las Islas Malvinas:

Nicolás Kasanzew, la cara de la TV en la guerra de Malvinas 1982

Archivo histórico: "60 minutos" - Primeros combates en las Islas Malvinas - 01-05-1982

Archivo histórico: "60 minutos" - Batalla de Darwin - 08-06-1982

Archivo histórico: "60 Minutos": Regreso de Nicolás Kasansew - 16-06-1982 (1 de 2)

Archivo histórico: "60 Minutos": Regreso de Nicolás Kasansew - 16-06-1982 (2 de 2)


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