HUMANIDAD Y COSMOS es un programa que trata de traerle a usted eso que siempre se preguntó y nunca tuvo la oportunidad de escuchar… Hechos históricos ocultados, fenómenos insólitos, creencias, mitos y leyendas, arqueología proscripta, seres extraños, energías prohibidas, noticias curiosas, científicos censurados, el misterio de los objetos voladores no identificados, profecías y vaticinios, sociedades secretas, ecología, enigmas y soluciones para vivir física y espiritualmente sanos.


jueves, 19 de septiembre de 2013

ENCONTRARON EN UNA CUEVA DE NEVADA, ESTADOS UNIDOS, UNA HUELLA DE UNA MANO GIGANTE

Se trata de la cueva Lovelock, donde también se descubrieron en el siglo XX esqueletos de hombres gigantescos.

La impresión de esta mano perteneció a
alguien que medía 5, 4 metros de estatura.
Dos investigadores de fenómenos extraños visitaron el lugar hace unos días y encontraron en la pared de la cueva la huella de una mano de cinco dedos. 

Los investigadores, llamados M. K. Davis y Don Monroe publicaron las fotos de la huella de un antiguo gigante en la cueva Lovelock, y las fotos son absolutamente asombrosas.

Visualización de las crestas dérmicas
en la mano de la cueva Lovelock.
Esta cueva está situada en el estado de Nevada, (En 1800 la cueva era conocida como Cueva Horse Shoe, que ahora se llama cueva Lovelock. La misma está situada a unas 20 millas al sur de la ciudad de Lovelock Nevada).

Por el tamaño de la palma y de los dedos, la huella habría pertenecido a alguien de 18 pies (5,4864 metros).

Gigantes en las leyendas de los paiutes

Los indígenas paiutes (muchos paiutes prefieren llamarse llamarse neh muh que significa 'pueblo'), que habitan en Nevada, Utah, Oregón, Arizona y California, relatan en su tradición oral que se transmite de generación en generación, que existió hace miles de años una tribu de gigantes pelirrojos que luchó contra los paiutes y fue quemada dentro de la cueva hace mucho tiempo. Hacia 1845 los paiutes eran unos 7500 individuos. En 1849 el mormón Brigham Young se estableció en Utah con sus adeptos. Desde 1850-1851 tuvieron enfrentamientos con los paiute, sobre todo cuando en 1860 les obligaron a ceder toda Nevada y buena parte de Utah a los mormones. En 1856 una epidemia de paperas mató a las tres cuartas partes de la tribu, y en 1858-59 sufrieron enfermedades y les envenenaron el agua.

Indígenas paiutes en 1850.
Poco a poco los fueron desplazando hacia las primeras reservas. La primera fue la de Pyramid Lake, en 1859, y después la de Walker River, en 1874, con 300.000 acres.

Por si no hubiera bastante, en 1860 los mineros invadieron el valle de Pahranagat, y en 1863 el general Patrick O´Connor mató a 278 aborígenes en el río Bear (Utah). En 1868 un grupo de paiutes mataron a dos mineros. Los culpables fueron colgados y se arrasaron dos campamentos indígenas, provocando la muerte de 34 paiutes, hechos que se repetirían el 16 de abril de 1878 en el mismo lugar. Por esto en 1868 declararon la guerra a los blancos, que permitieron que los navajos les arrebataran tierras al sur. En 1870 los paiute del Norte fueron trasladados a las reservas Fallon, Moapa River y Pyramid Lake. Ulysses S. Grant les permitió tener una reserva de dos millones de acres, pero de hecho el pacto no se cumplió, de manera que les arrebataron las tierras y pasaron hambre, hasta que les ofrecieron ir a la reserva de Moapa o a la de los ute.

Tribus de América del Norte. 
Clic en la imagen para ampliarla.
En 1878 participarían en la guerra Bannock, aliados a la tribu con ese nombre, que habitaba en Idaho y Wyoming, estrechamente relacionada con los paiute y los shoshone ya que hablaban la misma lengua uto-azteca. El conflicto dura menos de nueve meses y termina el 5 de septiembre con la matanza de 140 mujeres y niños Bannock en Charle's Ford, Wyoming y el millar de supervivientes se rinden al general Howard. Un grupo logra escapar, pero son llevados a la reserva Windriver. Entonces se cerró la reserva Malheur y los allí residentes son enviados a Fort Hall, donde ya había 600, mientras que los paiute son trasladados a la reserva Yakima.

Cazador paiute en la década de 1870.
En 1918 los paiutes sufrieron epidemias de tifus, tuberculosis y gripe, pero aún así decidieron llevar un modo de vida tradicional. Este pueblo que logró vencer y extinguir a una raza de gigantes, no pudo con las armas de fuego ni las enfermedades traídas por los blancos.

Los paiutes eran recolectores de semillas, bellotas, girasol y piñas, y cazadores de pequeños animales de la región, como, ardillas, conejos, erizos y algunos ciervos. Iban desnudos o llevaban taparrabos de piel de liebre los hombres, y cubiertas de pieles las mujeres. Hacían cestos de buena calidad, y como armas utilizaban arcos y flechas y hachas.

Los paiutes lucharon contra
una raza de gigantes pelirrojos
y los exterminaron.
Según su tradición los paiutes llegaron a la región hace más de cinco mil años, pero según la “Ciencia oficial” posiblemente llegaron al territorio hacia el año 1000 a.C.

Cuando aprendieron el inglés les contaron a los blancos sobre las batallas de sus ancestros con una feroz raza de gigantes blancos, de pelo rojo. Según los Paiutes, los gigantes ya estaban viviendo en el área desde hacía mucho tiempo cuando los indígenas llegaron.

Los Paiutes llamaron a los gigantes "Si-Te-Cah", que literalmente significa "comedores de tule." El tule es una planta de agua, fibrosa de la que los gigantes tejían balsas para escapar de los continuos ataques de los Paiutes. Ellos utilizaban las balsas para navegar a través de lo que quedaba del lago Lahontan.

Ubicación de la ciudad de Lovelock,
en el estado de Nevada.
Según los Paiutes, los gigantes de pelo rojo eran tan altos como de 12 pies y eran un pueblo cruel, inaccesible que mataba y se comía a los Paiutes capturados como alimento. Los paiutes le contaron a los primeros colonos que después de muchos años de guerras, todas las tribus en el área finalmente se unieron para deshacerse de los gigantes.

Un día, mientras que perseguían a los pocos enemigos de pelo rojo restantes, los gigantes, escapándose se refugiaron en una cueva. Los guerreros tribales exigieron a su enemigo que saliera y luchara, pero los gigantes se negaron rotundamente a abandonar su santuario.

Frustrados por no derrotar a su enemigo con honor, los jefes tribales hicieron que los guerreros apilaran matorrales y luego le prendieron fuego a la entrada de la caverna, en un intento para forzar a los gigantes a salir de la cueva.

Entrada de la cueva de Lovelock.
Los pocos gigantes que salieron fueron muertos instantáneamente con andanadas de flechas. Los gigantes que se mantuvieron dentro de la caverna murieron asfixiados.


Más tarde, un terremoto sacudió la región y la entrada de la cueva colapsó dejando solamente espacio suficiente para que entraran los murciélagos de hicieran de ella su hogar.

Evidencias de nuestro tiempo sobre gigantes en Nevada

Hubo un tiempo en que la cueva de Lovelock (Lovelock Cave) fue conocida como la cueva Herradura, debido a su interior en forma de U. La caverna - situada a unos 30 kilómetros al sur de la moderna ciudad de Lovelock, Nevada, y a unas 70 millas al noreste de la ciudad de Reno. La cueva tiene aproximadamente 40 pies de profundidad (12 metros) y 60 pies de ancho (49 metros), sus laterales conforman una curva que recuerda a la herradura de los caballos.

La persona que dejó la huella de la mano
medía 5,4 metros de estatura.
Es una cueva muy antigua que marca la presencia humana temprana en el continente americano. En tiempos prehistóricos estaba debajo de un gigantesco lago interior llamado Lahontan que cubría la mayor parte del oeste de Nevada. Los geólogos han determinado que la caverna fue formada por las corrientes del lago y la acción del oleaje.

En 1877 prospectores en las cercanías de Eureka, Nevada encontraron una pierna humana rota cuatro pulgadas por arriba de la rodilla incluyendo el pie. Esta pierna fue encontrada saliendo de la roca sólida de cuarcita roja que data de la época de los dinosaurios. Después de utilizar sus picos para extraer su hallazgo de la roca lo llevaron a Eureka. Los médicos examinaron los huesos y declararon que efectivamente pertenecen a un humano de aspecto muy moderno. La parte interesante era el tamaño de los huesos. Ellos median desde el talón hasta la rodilla 39 pulgadas.

Otra vista de la entrada a la cueva de
Lovelock, donde en 1911 se comenzó a
explotar el guano, que duraría 13 años.
Miles de años después, la cueva Lovelock fue re-descubierta y se encontró que estaba llena con guano de murciélago de casi 6 pies de profundidad (2 metros de espesor). El guano de murciélago en descomposición se convierte en salitre, el principal ingrediente de la pólvora, y era muy valioso.

Por lo tanto, en 1911, fue creada específicamente una empresa para la explotación del guano en San Francisco, California. Al progresar la operación minera, se fueron encontrando esqueletos y fósiles. El guano se extrajo casi 13 años (más de 250 toneladas se obtuvieron) antes de que los arqueólogos fueran notificados acerca de los hallazgos. Desafortunadamente, para entonces muchos de los artefactos habían sido accidentalmente destruidos o simplemente desechados.

En 1911 los cosechadores de guano de murciélago comenzaron a trabajar en la cueva Lovelock. Cuando llegaron al piso de la caverna, después de varios años de extraer guano, David Pugh y James Hart encontraron muchas flechas rotas que los indios habían disparado en la cueva, así como otros objetos interesantes, y encontraron 6 cuerpos de gigantes pelirrojos. Incluso en la condición momificada encogida, los esqueletos oscilaron en altura de 8 pies a poco menos de 12 pies (2,4384 a 3,6576 metros).

La confirmación del mito
En el estado de Nevada, la historia de las guerras de los nativos Paiute contra los hombres gigantes pelirrojos pasó de ser un mito local a una realidad científica en el verano de 1924, cuando fueron excavadas científicamente las Cuevas Lovelock.

Sandalia de fibra hallada en la cueva Lovelock,
es para un pie de 38 centímetros.
Lo que los investigadores científicos del Museo de Antropología y de la Universidad de California pudieron recuperar fue asombroso: Más de 10.000 artefactos fueron desenterrados (esculturas de piedra, hueso y madera, realistas señuelos para cazar patos, todo tipo de cestería, etc.) que se consideran de los más antiguos encontrados en América del Norte. Sorprende entre los hallazgos unos mocasines y sandalias excesivamente grandes. Pero más sorprendente es el hallazgo de los restos momificados de dos gigantes de pelo rojo - una hembra de 6,5 metros de alto y un hombre de más de 8 pies de altura. Eran los Si-Te-Cah, de las leyendas paiutes. Muchos de los artefactos (pero no los restos gigantes, salvo una calavera humana gigante hallada en Lovelock, pero llegó a tener cuatro cráneos que desaparecieron con los años) pueden verse en el pequeño museo de historia natural localizado en Winnemucca, Nevada.

Collar de caracoles encontrado en la cueva 
Lovelock en 1965. Los moluscos son de la 
especie Olivellas, de la costa de California.
La sequedad de la cueva, más otros factores climáticos (sin olvidar el efecto del guano) hicieron que muchos de esos gigantes blancos se transformaran en restos momificados. A medida que la excavación de la cueva progresaba, los arqueólogos llegaron a la ineludible conclusión que la historia de los paiutes no era ningún mito, sino que era verdad. Lo que los condujo a darse cuenta fue el descubrimiento de muchas flechas rotas que habían sido disparadas a la cueva y una capa oscura de material quemado debajo de las secciones del guano superpuesto.

Canasto descubierto en el interior
de la cueva Lovelock.
Entre los miles de artefactos recuperados de este sitio de un pueblo desconocido es lo que algunos científicos están convencidos es un calendario: una piedra con forma de rosquilla con exactamente 365 muescas talladas a lo largo de su borde exterior y 52 muescas correspondientes a lo largo del interior. Muy posiblemente podrían indicar los 365 días del año, algo sorprendente para la antigüedad de los restos y las 52 muescas quizás podrían ser las distintas fases lunares.

Diversos objetos de la cultura que habitó en
Lovelock Cave.
Los científicos, como siempre pasa en estos casos extraños, se mostraron reticentes a divulgar la información. Más que desenterrar los restos, parecían más interesados en enterrarlos, no sólo en el sentido físico del término, ya que tardaron 17 años en hacer públicos los hallazgos. A.L. Kroeber, L. L. Loud y M.R. Harrington que así se llamaban, evitaron examinar los huesos y en uno de los momentos de la excavación incluso insistieron en volver a enterrar uno de los esqueletos que habían desenterrado. En cambio, enfocaron sus investigaciones en los restos de cerámica, fragmentos de tejidos y objetos similares.

Paiutes realizando la Danza de los espíritus.
Cuando fueron consultados, los indios Paiutes narraron que existían leyendas transmitidas desde tiempos inmemoriales sobre batallas que ellos tuvieron con unos gigantes blancos de pelo rojo que vivían en esa zona cuando la tribu de los Paiutes llegaron por primera vez al territorio de Nevada.

Cuentan que los Si-Te-Cah vivían literalmente en un lago sobre el que se situaba, dominando, la cueva. Vivían en este lago para evitar los hostigamientos de los paiutes por lo que sus casas estaban emplazadas sobre balsas construidas con una planta fibrosa acuática llamada tule, una especie de cáñamo. Esta planta “tule” ya no se encuentra en la zona, por lo que se cree que fue introducida por estos gigantes.

El investigador Stan Nielsen 
en la cueva Lovelock.
En algunos textos se afirma que estos restos tienen una edad de más de 4 mil años. Según el Carbono 14, Lovelock Cave estuvo habitada desde el 2.580 a. C. hasta el 1.000 a. C. Esta antigüedad está confirmada también por material vegetal analizado que le da 2.030 a.C., un fémur humano datado 1.450 a.C., y una canasta del 1.218 a.C. También una honda realizada en tejido vegetal (Apocynum cannabinum) datada en la fecha 1.222 a.C. hallada junto a una momia de 6 años en la cueva Lovelock.

Según el investigador Stan Nielsen, mientras buscaba una mina de oro perdida en Nevada para un documental que estaba realizando, él tuvo la oportunidad de explorar la cueva Lovelock y visitar el pequeño, pintoresco e interesante museo de la ciudad de Lovelock, Nevada. El conservador del museo le habló sobre el cráneo de uno de los gigantes que estaba en el museo de Winnemucca.

Mandíbula de un humano gigante
hallada en la cueva Lovelock,
comparada con una dentadura normal.
Después de un viaje posterior que Stan Nielsen realizó a la zona, pudo obtener un molde dental a tamaño real de un hombre adulto actual de un amigo suyo que era dentista. Este molde lo llevó en un posterior viaje que hizo al museo de Winnemucca y lo pudo comparar con la mandíbula del cráneo de uno de los gigantes de la colección del museo, previo permiso por parte del conservador del museo Stan Nielsen pudo comprobar asombrado como su molde era mucho más pequeño que la mandíbula del cráneo del gigante. De hecho, los dientes de la mandíbula del cráneo eran casi el doble de tamaño que los del molde que trajo de una persona normal actual. También había otros detalles que lo diferenciaban de los humanos de ahora.

Uno de los patos usado como señuelo hecho
con fibras vegetales, hallado
en la cueva Lovelock.
Algunos de estos restos humanos, incluyendo un cráneo de casi un pie (30 cm) de largo, y sandalias de fibra halladas en la cueva, de 15 pulgadas (38 cm) que demuestran la gran estatura de sus propietarios, se pueden encontrar en el museo de la Sociedad Histórica de Nevada, en la ciudad de Reno.

En el museo de antropología Phoebe A. Hearst podemos encontrar mucha información acerca de las sucesivas expediciones arqueológicas realizadas en esa cueva. Este museo le ha dado el código NV-CH-18 a la cueva Lovelock.

Una calavera de un hombre gigante y
mandíbulas encontradas en la cueva
Lovelock se hallan en el museo
de la ciudad de Winnemucca.
Según los indígenas, los Si-Te-Cah construyeron una estructura piramidal de piedra en New York Canyon, algunas millas más allá en el condado de Churchill. Desafortunadamente, en la zona son frecuentes los terremotos y las ruinas de piedra han ido destruyéndose a lo largo de los años.

No ha quedado mucho de los Si-Te-Cah. Cuando las autoridades arqueológicas oficiales rechazaron tomar su existencia en serio, un número de pequeños museos privados surgieron para rellenar el vacío. Algunos de estos museos son los mencionados anteriormente en Lovelock y la Nevada State Historical Society. Como casi siempre suele ocurrir, un extraño incendio en uno de estos museos destruyó una colección irreemplazable de huesos, restos momificados, objetos de cuero y conchas grabadas con misteriosos símbolos.

Gran cantidad de señuelos con forma de pato,
muchas artesanías y esqueletos gigantescos se
sacaron de la cueva Lovelock durante décadas
a partir de 1911.
Una de las personas que ayudaron a conservar parte de los restos fue un ingeniero de minas y arqueólogo aficionado llamado John T. Reid. En 1911, cuando se descubrieron estos restos, él inmediatamente dio parte del descubrimiento a numerosas instituciones e universidades, incluyendo la Universidad de Pensilvania y el Instituto Smithsoniano.

Reid tomó interés en los restos de los Si-Te-Cah e hizo lo que pudo para documentar los hallazgos según iban siendo desenterrados por los mineros (huesos de grandes dimensiones, canastos, armas, etc.). También entrevistó a muchos habitantes locales que habían tenido conocimiento del asunto. Sus memorias se pueden encontrar en los archivos de la biblioteca y museo Nevada Historical Society Archives, en el 1650 North Virginia Street, Reno, NV 89503.

Sarah Winnemucca en su libro
Vida entre los Paiutes,
publicado en 1883, relata como
los aborígenes exterminaron
a los gigantes de Nevada.
Sarah Winnemucca Hopkins, hija del jefe Paiute Winnemucca, narra muchas historias sobre los Si-Te-Cah en su libro: Life Among the Paiutes (Vida entre los Paiutes) publicado en 1883.

En la página 75, ella narra: “Mi pueblo dice que la tribu que exterminamos tenía el pelo rojizo. Yo tengo algunos de esos cabellos, los cuales han ido pasando de mano a mano de padres a hijos durante generaciones. Yo tengo un vestido que ha pertenecido a nuestra familia durante muchísimo tiempo, decorado con ese cabello rojizo. Me lo pondré en algún momento cuando yo dé una conferencia. Se llama vestido del luto, y nadie más tiene un vestido como éste excepto mi familia”. En otra parte del libro explica que estos gigantes de pelo rojizo llegaron a este territorio por barco, al parecer cuando esta zona era parte de un mar interior. Eran en número unos 2600, su pueblo los llamaba Sai-i, eran de una raza diferente, hablaban una lengua diferente y mantuvieron una larga guerra con su pueblo.

El Lago Mono en el este de California, en el
límite con Nevada, un paisaje que
parece de otro mundo.
De la posible procedencia del mar de estos gigantes parece confirmarlo el hallazgo en la cueva Lovelock de adornos de conchas marinas que sólo pueden provenir de la costa del Pacífico del estado de California. Estas conchas se llaman Olivellas. 


Como dato curioso, existen más referencias a gigantes por parte de los paiutes, en otros lugares. En la ribera del lago Mono (al este del estado de California, considerado uno de los lagos más antiguo de los Estados Unidos), se pueden encontrar impresas en la tierra de la orilla del lago salino, unas huellas de pisadas reverenciadas por los paiutes de las Grandes Planicies desde tiempos inmemoriales. Según los paiutes, estas huellas fueron dejadas por la “Primera Mujer” en su búsqueda del “Primer Hombre”. Durante este periplo, se encontró con un gigante terrible al que consiguió matar. El cuerpo de este gigante se convirtió en piedra en las orillas del lago Mono.

Reconstrucción del rostro de uno de los
gigantes de la cueva de Lovelock.
Las huellas de estos gigantes pelirrojos no acaban aquí. En febrero de 1931 se descubrieron dos esqueletos de gran tamaño en el lecho del lago seco de Humboldt, próximo a la ciudad de Lovelock. El primero de esos dos esqueletos medía 8 pies y medio de alto (2,4384 metros) y parecía haber sido envuelto en un tejido como de goma, similar a la manera de las momias egipcias. El segundo esqueleto medía casi 10 pies de alto (¡3 metros de altura!). Esta noticia aparecía en la revista local Review Miner el 19 de Junio de 1931.

Otros objetos hallados en la cueva de Lovelock.
Ocho años después, otro misterioso esqueleto se desenterró en el rancho Friedman, cerca de Lovelock. Medía 7 pies y 7 pulgadas (unos 2 metros y 30 cm). Esta otra noticia apareció en el mismo diario local Review Miner el 29 de Septiembre de 1939.

Gigantesco mortero de piedra utilizado por los
gigantes de la cueva de Lovelock.
Que estos restos estén tan cercanos a la cueva Lovelock y que además sus esqueletos sean de tamaño tan desmesurado, no sería descabellado relacionarlos con los mismos individuos gigantes pelirrojos encontrados en la cueva Lovelock, como integrantes de una misma civilización o cultura.

El American Museum of Natural History financió a Nels Nelson para realizar estudios en la Lovelock Cave en 1936. Robert F. Heizer llegó a la cueva Lovelock en 1949 y regresó en 1950 y 1965. Lewis Napton hizo excavaciones en la misma en 1968 y 1969.

La huella fósil fue descubierta por los
investigadores de fenómenos extraños
M. K. Davis y Don Monroe.
 
Se encontraron excrementos humanos o coprolitos de tres mil años que revelaban que los habitantes de la cueva comieron aves, peces y cuadrúpedos que vivían en las orillas del lago. También que el 50 por ciento de su dieta consistía en vegetales. Descubrieron que la cueva era ocupada intensivamente durante los meses de invierno.

Finalmente, en 1984, la cueva Lovelock fue designada como un sitio histórico y protegida por ley. 

El Phoebe A. Hearst Museum of Anthropology at the University of California publicó un informe sobre la cueva de Lovelock:

A pesar de las abrumadoras pruebas de la
existencia de humanos gigantes en el pasado,
"la Ciencia oficial" sigue negando su existencia.
“El lugar ha sido intensamente expoliado y muchos materiales fueron a parar a colecciones privadas. Lovelock Cave, tras años de destrucción, es uno de los más importantes sitios en la historia arqueológica de Norteamérica.”

Ahora, en 2013, se descubre en la cueva, la huella de la mano gigante en la roca, un nuevo hallazgo que fastidia a la “Ciencia oficial”, que a pesar de las abundantes pruebas, sigue negando a rajatabla la existencia de una raza de gigantes.

A continuación dos videos sobre la cueva Lovelock, en Nevada:


Giant hand print found in cave


Lovelock Cave Northern Paiute Indian


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