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miércoles, 24 de julio de 2013

LAS VACUNAS PROVOCAN MUCHOS CASOS DE AUTISMO Y AFECCIONES NEUROLÓGICAS

Miles de niños en Estados Unidos han recibido compensaciones por los efectos dañinos que les causó la campaña vacunación. Una buena parte de ellos padecen autismo. 

Las vacunas provocaron más de 3.000 casos 
de autismo que debieron ser indemnizados por
el gobierno de los Estados Unidos.
Adjuntamos al final del artículo, una garantía que debe firmar el médico que recomienda la vacuna.

En el país del Norte, desde 1989 a 2013, se registraron más de 3.000 compensaciones por un valor total de 2.700 millones de dólares.

Una proporción de esas indemnizaciones está vinculada con casos de autismo presuntamente provocados por daños cerebrales a causa de algunos de los componentes de una vacuna.

Compensaciones en Suecia por daños de la vacuna H1N1
La Agencia Sueca de Medicamentos afirmó en mayo de 2013 que la supuesta vacuna contra la gripe H1N1 fabricada por el laboratorio farmacéutico británico GlaxoSmithKline (GSK) propició narcolepsia entre los niños, como ya se estableció, pero también entre los jóvenes menores de 30 años. 

La vacuna Pandemrix supuestamente para la
gripe H1N1, provocó daños en la salud de
muchos de los inoculados en Europa y sin
embargo, está autorizada en la Argentina.
La agencia publicó los resultados de un estudio realizado para "confirmar la relación entre la vacunación con Pandemrix y la narcolepsia en individuos menores de 20 años y evaluar los posibles lazos en los jóvenes adultos de más de 20 años", que no habían sido estudiados todavía.

El estudio concluyó que el riesgo de sufrir narcolepsia se multiplicó por tres entre los menores de 20 años vacunados y por dos entre los jóvenes de 21 a 30 años. Este aumento del riesgo se redujo claramente y es nulo en las personas de más de 40 años.

Suecia y Finlandia resolvieron
indemnizar a quienes tuvieron
secuelas por vacunarse
contra la gripe H1N1.
La narcolepsia o síndrome de Gelineau es una afección neurológica poco habitual que produce episodios de sueño irresistibles e imprevistos y un cansancio extremo.

El Pandemrix, producido por el laboratorio farmacéutico británico GSK, fue inoculado al 60% de la población sueca durante las campañas de vacunación contra la gripe H1N1 en 2009 y 2010. 

Finlandia y Suecia registraron más casos de narcolepsia después de estas campañas. Unos 200 suecos y 79 finlandeses de entre 4 y 19 años se vieron afectados. Los gobiernos de ambos países decidieron indemnizar a estos enfermos. En toda Europa en la campaña 2009, se reportaron 795 casos de narcolepsia luego de vacunarse con Pandemrix, hubo casos en Irlanda, Francia, Noruega y en otros países.

En Argentina la vacuna de la Gripe A de este laboratorio está autorizada por la Anmat y se está vacunando con ella a pesar de su peligrosidad.

Indemnizaciones en Estados Unidos por provocar autismo
Una de las últimas compensaciones multimillonarias fue otorgada a Ryan Mojabi, un estadounidense del norte de California, de 10 años que era un niño normal que adquirió síntomas de autismo luego de vacunarse, y a su familia en enero pasado por los efectos nocivos de la vacuna triple vírica.

El Ministerio de Salud de Estados Unidos tuvo
que pagar este año, un total de 2.700
millones de dólares por daños irreversibles
causados por las vacunas.
El caso de Mojabi se suma al menos a otros 84 demandantes de este año 2013 que padecen autismo a consecuencia de la vacunación. Ryan "sufrió una encefalopatía" como resultado de su vacuna MMR del 19 de diciembre del 2003. Ahora, en 2013 sus padres acaban de ganar el juicio. Los detalles de las indemnizaciones son los siguientes: Una suma fija de $ 969.474.91 dólares para cubrir "lucro cesante", $ 648.132.74 dólares, por dolor y sufrimiento, $ 202.040.17 por gastos en cuidados médicos  y $ 119.302.00) más $ 20.000 para gastos pasados. Sumado a esto existen otras cifras no reveladas: Varios millones más serán invertidos en anualidades para cubrir los costos médicos. Esta cantidad podría ascender a los $ 10 millones o más, sin contar la inflación.

La mayoría de los casos de autismo no recibieron una amplia atención mediática (perjudicaría el negocio de las vacunas) y solo fueron publicados en estadísticas del Ministerio de Salud de Estados Unidos.

Ya es incuestionable que la vacuna Triple o
MMR (sarampión, paperas y rubéola), 
causa 
autismo y otros trastornos en la salud.
La información sobre si el Ministerio aceptó o no que la vacunación pudo haber causado el autismo es clasificada y no está disponible.

Mientras el Ministerio de Salud sostiene que nunca se ha concluido en ninguno de los casos que el autismo resultara de la vacunación, el tratamiento del autismo está incluido en el programa que cubre los daños causados por vacunas, financiado por Gobierno de EE.UU.

La comunidad científica sabe desde hace muchos años que la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola) causa autismo, otros daños al cerebro y al aparato digestivo y sin embargo no hacen nada para prohibirla.

La Vaccine Injury Compensation Program, mejor conocida como "la Corte de las vacunas", acaba de otorgar millones de dólares a dos niños con autismo (Ryan Mojabi y Emily Moller) por: "dolor y sufrimiento" y lesiones que requieren cuidado de por vida. Sin embargo, los tratamientos para ambos niños en conjunto costarán decenas de millones de dólares del erario público. Al igual que Ryan, la pequeña Emily desarrolló una erupción similar al sarampión luego de vacunarse.

Por una ley norteamericana los laboratorios no
pagan ni enfrentan las consecuencias de sus
malos medicamentos y debe hacerlo el
gobierno de los Estados Unidos.
Las cosas fueron de mal en peor. Finalmente el Gobierno accedió a un acuerdo. Emily recibió una suma global de $ 1.030.314.22 dólares "para las ganancias futuras perdidas", $ 739.989.57 por dolor y sufrimiento, $ 170.499.77 por gastos de cuidados médicos durante su primer año de vida, $ 119.874.88 más $ 190.165.40 para gastos pasados. Se estiman otros $ 9 millones anuales de por vida, que más la inflación tienen el potencial convertirse en más de $ 50 millones de dólares.

Por una ley norteamericana los laboratorios no pagan ni enfrentan las consecuencias de sus malos medicamentos y debe hacerlo el gobierno de Estados Unidos. Están exentos de culpa y cargo.

¿Merecen los contribuyentes que su dinero cubra los daños ocasionados por corporaciones como GlaxoSmithKline? Probablemente sí, mientras sigan mirando para otro lado sin reconocer los hechos, burlándose de los científicos independientes y del periodismo que advierte del peligro que implica vacunarse.

Muchas enfermedades provienen de las vacunas
En 1998, el médico británico Andrew Wakefield sugirió que “la vacuna del sarampión causa autismo y otras enfermedades”. Este gastroenterólogo del Hospital Royal Free en Londres del norte, junto a otros 12 médicos descubrieron una nueva enfermedad intestinal: La Enterocolitis Autista vinculada al suministro de la vacuna triple viral (sarampión, paperas, rubéola).

En 2011, en Carolina del Norte se estudiaron
275 niños con autismo. El 80% habían
adquirido la enfermedad luego de
vacunarse contra el sarampión.
"Los niños se desarrollaban normalmente hasta que fueron inyectados. Ahora sufren autismo y una enfermedad intestinal", afirmó el Dr. Wakefield.

En 2011, un equipo de la Wake Forest University School of Medicine, en Carolina del Norte, estudió 275 casos en niños con autismo regresivo y enfermedades intestinales. Esta investigación arrojó resultados incontrastables: De 82 pruebas tomadas el 70 % son positivas: Los niños fueron vacunados contra el sarampión.

El líder del equipo, Dr. Stephen Walker, dijo que: "De acuerdo a los resultados obtenidos, todos los pacientes poseen la cepa del sarampión que les fue implantada en la vacuna, y ninguno de ellos se ha contagiado de sarampión de forma corriente".

Es decir que las cepas que producen los trastornos en los niños no son "salvajes". "Esta investigación demuestra que en el tracto gastrointestinal de los niños diagnosticados con autismo regresivo, hay evidencia del virus del sarampión. El estudio publicado en el año 1998 que fue realizado por el Dr. Wakefield, es correcto".

En Perú en junio de 2013, seis niños fueron víctimas del polio posvacunal y las promesas del Ministerio de Salud (Minsa) para indemnizar a las familias de los seis niños y suspender la aplicación de la vacuna contra la polio por vía oral no solo fueron incumplidas, sino que también, por continuar con ese tipo de cuestionable inmunización se cobró una séptima víctima. La aplicación a un bebé que fue vacunado con la dosis dañina a los 2 meses, en el centro de salud de Pativilca (Lima), le dejó como secuela, la paralización de sus miembros inferiores y superiores y una insuficiencia respiratoria. El bebé debió ser sometido a una traqueotomía y hoy está conectado a un respirador artificial para poder vivir.

Todos tenemos el derecho a no vacunarnos, somos dueños de nuestro cuerpo y elegimos tener salud.

"Las vacunas son peligrosas y nunca deberían ser inyectadas en nadie por ninguna razón", declaración de la Dra. Suzanne Humphries, médica norteamericana, especialista en medicina interna y nefrología.

Una garantía escrita para proteger nuestra salud
A continuación, publicamos para todos nuestros lectores un formulario para que un profesional se haga responsable de las consecuencias en la salud, acerca de alguna vacuna que recomiende.

Si el médico o enfermero recomiendan vacunarnos, que nos dejen una garantía escrita de que el producto que recomiendan es seguro para nuestra salud y la de nuestros hijos, de lo contrario, si no lo quieren firmar, es señal de que nos están mintiendo.

En caso de que desee imprimirla, son 4 páginas tamaño A4.

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Garantía Emitida por el Profesional Médico sobre la Seguridad de las Vacunas

Yo (Nombre y grado de especialización del médico) _________________________, _____ soy licenciado en Medicina con licencia para practicarla en ________________. Mi número de licencia es _______________, y mi número de identificación profesional es _______________. Mi especialidad médica es ________________________.
Tengo una comprensión completa de los riesgos y beneficios de todos los medicamentos que prescribo o administro a mis pacientes. En el caso del paciente (nombre) ___________________________, de _________años de edad, al que he examinado, encuentro que existen ciertos factores de riesgo que justifican la administración de vacunas que le recomiendo.
La siguiente es una lista de dichos factores de riesgo y las vacunas que le protegerán de los mismos:
Factor de Riesgo ____________________________________________
Vacuna recomendada ___________________________________________
Factor de Riesgo ____________________________________________
Vacuna recomendada ___________________________________________
Factor de Riesgo ____________________________________________
Vacuna recomendada ___________________________________________
Factor de Riesgo ____________________________________________
Vacuna recomendada ___________________________________________
Factor de Riesgo ____________________________________________
Vacuna recomendada ___________________________________________
Factor de Riesgo ____________________________________________
Vacuna recomendada ___________________________________________
Soy consciente de que las vacunas comúnmente contienen las siguientes sustancias:
* Hidróxido de aluminio
* Fosfato de aluminio
* Sulfato de amoniaco
* Anfotericina B
* Tejidos animales: de sangre de cerdo, sangre de caballo, cerebro de conejo
* Hígado de pollo, hígado de mono
* Embrión de pollo, huevo de pollo, huevo de pato
* Serum bovino
* Betapropiolactona
* Serum fetal bovino
* Formaldehido
* Formalina
* Gelatina
* Glicerol
* Células diploides humanas (que se originan de tejidos fetales humanos abortados)
* Gelatina hidroxilada
* Timerosal de mercurio (thimerosal, Merthiolate(r))
* Glutamato monosódico (MSG)
* Neomicina
* Sulfato de neomicina
* Indicadores rojos de fenol
* Fenoxietanol (anticongelante)
* Bifosfato de potasio
* Monofosfato de potasio
* Polimixina B
* Polisorbato 20
* Polisorbato 80
* Hidrolizado porcino pancreático de caseína
* Proteínas MRC5
* Sorbitol
* Tri(n)butilfosfato,
* Células VERO, una línea continua de células de hígado de mono y células rojas de ovejas
Y, por tanto, garantizo que estos ingredientes son seguros para su inoculación en el cuerpo de mi paciente. He investigado los informes que indican lo contrario, tales como los informes que señalan al Timerosal como causa de severo daño neurológico e inmunológico, y encuentro que no son creíbles.
Soy consciente de que algunas vacunas han sido contaminadas con virus de simio SV 40 y que el SV 40 está causalmente relacionado, por parte de algunos investigadores, con el linfoma de Hodgkin y mesoteliomas en humanos así como en animales de experimentación. Yo garantizo, por lo tanto, que las vacunas que empleo en mi consulta no contienen SV 40 ni ningún otro virus vivo. De otro modo, garantizo que los dichos virus SV 40 no suponen riesgo alguno para mi paciente.
Garantizo, por lo tanto, que las vacunas que recomiendo para el cuidado del paciente con nombre _______________ _______________________ no contienen tejidos abortados de fetos humanos.
Con el objeto de proteger la salud de mi paciente, he tomado los siguientes pasos para garantizar que las vacunas que uso no contienen contaminantes que puedan causarle algún daño.
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He investigado personalmente los informes hechos al VAERS (Sistema de Informes de Efectos Adversos de las Vacunas) y aseguro que en mi opinión profesional, las vacunas que estoy recomendando para la administración a niños de menos de 5 años son completamente seguras.
Las bases para esta opinión están recogidas en el anexo A “Bases del Profesional Médico para la opinión profesional sobre la seguridad de las vacunas”). (Por favor, se ruega recoger la opinión de forma separada sobre cada vacuna recomendada a cada niño de menos de 5 años).
Anexo los artículos de revistas profesionales en los que me baso para mi opinión sobre la seguridad de las vacunas.
Los artículos de revistas profesionales que he leído que contienen opiniones contrarias a mi opinión sobre la seguridad de las vacunas están en el anexo C “Artículos científicos contrarios a la opinión del médico sobre la seguridad de las vacunas”.
Las razones para determinar y concluir que los artículos recogidos en el anexo C son inválidos están expuestas en el anexo D “Razones de profesional.
Hepatitis B
Soy consciente, y estoy informado, de que el 60 por ciento de los pacientes que son vacunados contra la hepatitis B perderán los anticuerpos detectables a la hepatitis B en el transcurso de 12 años. Entiendo que en 1996 sólo el 54% de los casos de hepatitis B fueron reportados al CDC en el grupo de edad de 0 a 1 año. Entiendo que en el VAERS fueron reportados un total de 1080 casos de reacciones adversas a la vacuna de hepatitis B en 1996 en el grupo de edad de 0 a 1 año, con 47 casos de muertes reportadas.
Entiendo que el 50% de los pacientes que contraen Hepatitis B no desarrollan síntomas tras la vacunación. Entiendo que el 30% desarrollarán síntomas similares a la gripe y tendrán inmunidad de por vida. Entiendo que el 20% desarrollarán los síntomas de la enfermedad, pero que el 95% se recuperarán completamente y tendrán una inmunidad de por vida.
Entiendo que el 5% de los pacientes que son expuestos a la hepatitis B se convertirán en transmisores crónicos de la enfermedad. Entiendo que el 75% de los transmisores crónicos desarrollarán enfermedad crónica de hígado o cáncer de hígado, en un período de 10 a 30 años de infección severa.
Los siguientes estudios científicos han sido realizados para demostrar la seguridad de la vacuna de la hepatitis B en niños en edad de menos de 5 años:
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Además de las vacunas recomendadas contra los riesgos arriba citados, he recomendado otras medidas no vacunales para proteger la salud de mi paciente y he enumerado dichas medidas no vacunales en el Anexo E, “Medidas no vacunales para proteger contra los factores de riesgo”. Estoy emitiendo este certificado de garantía médica en mi responsabilidad como médico del paciente con nombre_______________________
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A pesar de la entidad legal bajo la cual practico la medicina, estoy emitiendo esta declaración en mi capacidad tanto profesional como individual, y por lo tanto, prescindo de cualquier inmunidad en el marco de ley común, constitucional, tratado internacional y cualquier otro tipo de inmunidad existente para estos casos.
Emito este documento por mi propia voluntad tras consulta con un consejero legal competente cuyo nombre es __________________, un profesional legal admitido en el Colegio de Abogados __________________.
Firmado el __________________ en __________________
Testigos: __________________  Fecha:
Firma y sello del profesional:
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