ENIGMAS SORPRENDENTES: TORNILLOS EN LA ÉPOCA DEL SUPERCONTINENTE DE PANGEA

Los “objetos fuera de tiempo” u “oopart” se han convertido en un rompecabezas para los científicos que avalan la teoría de que el ser humano solo tuvo tecnología avanzada en nuestra época.

Estos objetos manufacturados por seres inteligentes y descubiertos en todo el mundo no son investigados por la Ciencia “oficial”, y con cada hallazgo, todo el andamiaje de que somos los primeros en desarrollar una civilización, se va derrumbando. Hace millones de años hubo otras civilizaciones avanzadas que desaparecieron, mucho antes que apareciera el hombre actual.

El tornillo existió millones de años
antes que el sabio griego Arquitas
de Tarento lo reinventase.

Hay hallazgos de tornillos en diversas partes del mundo que demuestran su existencia desde hace millones de años, sin embargo, se sigue enseñando en todo el mundo que el inventor del tornillo fue el griego Arquitas de Tarento (430-360 a.C.), a él se debe también el invento de la polea. Arquímedes (287-212 a.C.) perfeccionó el tornillo y lo llegó a utilizar para elevar agua. También fue Arquímedes el que inventó el tornillo sin fin.

Pero el tornillo como tal existe en nuestro planeta desde hace al menos 300 millones de años y el problema radica en ¿quién utilizaba tornillos cuando existía el supercontinente de Pangea?

Un tornillo en Estados Unidos

En 1865, un trozo de feldespato, extraído de una mina de Treasure City, Nevada, Estados Unidos, contenía restos oxidados de un tornillo afilado. La piedra tenía 21 millones de años.

Este es el hallazgo de tornillos digamos, de una época más reciente, pero donde "oficialmente", aún no existía el ser humano. Pero hay otros descubrimientos que se remontan a cientos de millones de años, en épocas olvidadas.

Otro tornillo en Rusia

Fue hallado el 7 de octubre de 1996 en la región de Kaluga en Rusia. Las estimaciones más discretas de este tornillo fosilizado incrustado en una roca hablan de que se trata de un tornillo de 300 millones de años de antigüedad, algo que es difícil de creer y los científicos no salen de su asombro analizando el fósil una y otra vez.

El fósil del tornillo tiene unas dimensiones de unos 2 cm de largo y fue descubierto por un grupo de investigación denominado grupo Kosmopoisk.

El tornillo hallado en una roca en Rusia
tiene más de 300 millones de años.

La expedición de 1996 se organizó en busca de unos fragmentos de meteorito que cayeron en la región de Kaluga en Rusia, lo que descubrieron fue más sorprendente que un simple meteorito, en los restos de piedra hallados los cuales no pudieron ser atribuidos a los restos de meteorito aunque fuera lo que querían recoger, descubrieron tras varios análisis de paleontólogos que la edad de la piedra era de 300 a 320 millones de años.

Análisis de rayos X de la roca de Kaluga
demuestran que en su interior existe
un segundo tornillo.

Según se explica en un artículo de la revista de rusa Ogonek los restos de roca fueron analizados por rayos X, la sorpresa fue que como mínimo en el interior de la roca se halla otro tornillo más. Se descarta la posibilidad de que pudiera tratarse de un fósil del tronco de Crinoidea, unos animales marinos que fueron muy abundantes en el paleozoico aunque en la actualidad tan solo quedan unas 600 especies, se descarta la probabilidad del Crinoidea por que el tamaño del tornillo es mucho mayor que los animales marinos.

Este Oopart (objeto fuera de su tiempo) descubierto en Rusia es otro de los muchos objetos manufacturados hallados en el mundo (clavos, herramientas, pilas, lámparas, etcétera), descubiertos que desconciertan a la Ciencia “oficial”, haciendo pensar que otras civilizaciones tan avanzadas como la actual era “tecnológica” o mucho más evolucionadas pudieran haber existido en un pasado remoto.

Un tornillo de 6 centímetros en China

Fue descubierto en las montañas Mazong, China, en junio de 2002. La roca que contiene al cuerpo del tornillo fue hallada por el Sr. Zhilin Wang durante una investigación de campo en la zona intermedia entre las provincias de Gansu y Xijiang.

El color de la roca es de un negro inusual, y su grado de dureza también la hace particular. Su peso es de 466 gramos y sus dimensiones aproximadas, de 7 x 8 centímetros.

El objeto inserto en la roca presenta todas las características del cuerpo de un tornillo ordinario, de unos 6 centímetros de longitud.



El tornillo de Lanzhou.



Desde su aparición, el cuerpo de tornillo ha llamado la atención de muchos científicos e investigadores, provenientes de instituciones tales como la “Oficina nacional de recursos terrestres de la provincia de Gansu”, el “Instituto de investigación de geología y minerales”, y la “Escuela de recursos y medioambiente de la Universidad de Lanzhou”. Luego de varias investigaciones, los especialistas confirmaron que la roca debería tratarse como uno de los objetos más valiosos de la arqueología China y mundial.

Estudiando el objeto atrapado en la roca y la forma en que el mismo yacía dentro de ésta, los científicos llegaron a la conclusión de que el artefacto en cuestión, no había sido realizado por manos contemporáneas, ni por tecnología de nivel actual. Sobre las hipótesis formuladas acerca de su origen, las más aceptadas fueron un producto de inteligencia extraterrestre, y un vestigio de una civilización prehistórica con tecnología de punta.  



Los especialistas chinos afirman
que el tornillo de Lanzhou debería
tratarse como uno de los objetos
más valiosos de la arqueología
china y mundial.



A pesar de las diversas observaciones, hasta el momento no se ha podido confirmar si el tornillo está forjado de un material metálico o de algún otro material. Todo parece indicar que el cuerpo de tornillo de Lanzhou, fue confeccionado antes de que la roca que lo contuvo se solidificara. Generalmente se acepta que el proceso descripto tiene lugar varios millones de años antes de la era actual. Como mínimo la roca tiene 300 millones de años y el tornillo fue elaborado mucho antes. Este objeto seguramente fue un producto de civilizaciones alienígenas o humanidades perdidas en el tiempo, el tornillo de Lanzhou continuará siendo una de las varias piezas sin encajar, dentro de la concepción histórica que tenemos acerca del origen de nuestra civilización.

Es evidente que algo no concuerda entre los hallazgos arqueológicos “malditos” y la historia falsa que nos enseña el sistema corrupto en el que vivimos. Hay que pensar que hace 300 millones de años se forma el supercontinente Pangea. Transcurre la Era Mesozoica que entre otros, comprende el período Carbonífero (345 millones de años), Pérmico (280 millones de años), Triásico (225 millones de años), tiempo aproximado donde se formaron las rocas que atraparon los tornillos que ponen nerviosos a los científicos.



El supercontinente de Pangea que se
formó hace unos 300 a 250 millones de
años y se desmembró hace 180
millones de años.

La finalización del Pérmico está marcada por una gran extinción que está fechada con mayor exactitud. En el Pérmico hubo importantes cambios climáticos con una tendencia general de climas tropicales a condiciones más secas y áridas. Se produjo una contracción de los pantanos. Las formas de vida más avanzadas al final de este período eran anfibios, insectos, bosques de helechos y pequeños reptiles. Y oficialmente los humanos no aparecerían hasta casi 300 millones de años más tarde. Aparecieron los anfibios (ranas y sapos), que habían desarrollado la cualidad de poner huevos, pero siempre en el agua. Antes de terminar el Pérmico, el fitoplancton marino y la próspera vida vegetal terrestre habían liberado suficiente oxígeno a la atmósfera como para llevarlo a niveles superiores a los actuales. Inmensas selvas alojaban una abundante vida animal, que podía recurrir a esta vasta fuente de energía para descubrir nuevas posiciones en cadenas alimentarias en expansión.

Localización de las llamadas trampas
siberianas, grietas que por miles de
años lanzaron torrentes de lava que
cubrieron Siberia formando una capa
de varios kilómetros de profundidad.

Pero, al final del Pérmico se produjo la extinción más catastrófica que la vida haya sufrido jamás, ya sea en términos de número total de especies perdidas o de sus traumáticos efectos sobre la evolución subsiguiente. La terrible extinción tuvo lugar en el límite de los períodos Pérmico y Triásico: el 95% de la vida marina desapareció y acabó con más del 70% de las especies terrestres. Fue como mínimo dos veces más severa que cualquier otra y posiblemente entre cinco y diez veces más extensa. Se estima que sólo sobrevivió el 5% de las especies, cuando en el peor de los demás episodios de extinciones la cifra fue cercana al 50%.

Se desconoce a ciencia cierta la causa de semejante destrucción, no se sabe si fueron erupciones volcánicas gigantescas producidas en lo que luego se llamó Siberia, en lo que se llama trampas siberianas, o bien a la caída de meteoritos o una causa desconocida, las que provocaron la extinción más grande y devastadora de la historia del planeta. Lo cierto, es que tanto los tornillos hallados en Rusia como en China proceden de rocas de este período. ¿Qué ignorada civilización existió en ese tiempo?

Los tornillos anacrónicos de Estados Unidos, Rusia y China, junto con otros 4.000 objetos tecnológicos encontrados en todo el mundo, son la prueba de que existieron, en la noche de los tiempos, civilizaciones que sobrepasaron al género humano moderno en el desarrollo tecnológico.

Por Alberto Seoane

Si desea más información sobre este tiempo olvidado vea el siguiente video de 45 minutos:

Documental: La gran extinción del Pérmico (completo)