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martes, 6 de marzo de 2012

UN METEORITO PROVOCÓ LA ÚLTIMA EDAD DE HIELO

Hace unos 13.000 años el clima en la Tierra sufrió un repentino enfriamiento, que duró 1.300 años, cuyo origen ha estado poco claro para la ciencia. La teoría de que se debió al impacto de un meteorito en Norteamérica vuelve ahora a tomar fuerza, tras haber sido muy discutida, después de que un equipo internacional de investigadores haya logrado identificar el lugar, en México, en el que colisionó un gran meteorito precisamente en esa época.

Los científicos, un equipo de 16 investigadores de varias universidades, han encontrado, en el Lago Cuitzeo, del centro de México, una capa de sedimento muy fino con una composición de elementos muy extraña, y precisamente de hace 13.000 años. Por su estudio, sería el resultado del impacto de un objeto cósmico contra la tierra, según publican en la revista 'Proceedings of National Academy of Science'.

Un aerolito de grandes dimensiones
que se fragmentó al ingresar en la
Tierra fue el causante de la
última Edad de hielo.
Esta colisión, que dejó una capa negra rica en carbono y nano diamantes, de unos 10 centímetros, estaría en el origen de ese cambio climático, que inició el periodo gélido conocido como Dryas Reciente. Las últimas hipótesis apuntaban hacia un cambio en la corriente del Golfo de México, que habría descargado demasiada agua dulce en el Atlántico Norte, pero este trabajo 'da alas' a otra posibilidad. De hecho, hace 65 millones de años un impacto, mucho mayor, provocó el cambio atmosférico que acabó con los dinosaurios.

Nano diamantes en el fondo de un lago
Los científicos, dirigidos por Isabel Israde-Alcántara, de la Universidad de Michoacana (México), recabaron pruebas que consideran concluyentes, a 2,8 metros de profundidad. Los nano diamantes, argumentan, son de una familia compatible con una gran colisión cósmica; además los investigadores identificaron las huellas de esférulas (pequeñas esferas), que habrían chocado a gran velocidad durante el impacto.

Ningún evento provocado por el ser humano, los volcanes u otros fenómenos naturales pueden explicar estos sedimentos, aseguran. "Estos materiales se forman solamente con un impacto extraterrestre", afirma James Kennett, de la Universidad de California, coautor del trabajo.

Los datos del lago Cuitzeo (con 350 km2 ocupa el segundo lugar en extensión en México), sugieren que fue un asteroide o un cometa de grandes dimensiones fragmentado en pedazos, algunos de varios cientos de metros de diámetro. Este objeto habría entrado en la atmósfera en un ángulo muy bajo, provocando tanto calor que la colisión quemó toda la vegetación que había alrededor e incluso derritió las rocas de la superficie. Como consecuencia, hubo un importante cambio en el clima.

Recreación de los extinguidos mastodontes.
"Estos resultados son consistentes con otros hallazgos en Norteamérica, como la rápida extinción de la megafauna que había entonces, las modificaciones que hubo en el ecosistema e incluso la reducción de las poblaciones humanas y en las transformaciones culturales que hubo", señala Kennett.

Y es que la capa de sedimento lacustre se encuentra, precisamente, en el nivel Dryas Reciente, que ha sido identificado en todo el hemisferio norte como un momento de gran enfriamiento en la superficie. La única similar que se ha localizado en el planeta es la que está en el límite del Cretácico, tras el que desaparecieron los grandes saurios.

Desaparición de los mamuts
Tras esta segunda gran colisión, hace 13.000 o 12.800 años, habrían desaparecido mamuts, mastodontes, tigres dientes de sable y grandes lobos. "Existe la sincronización entre estos extraordinarios cambios ambientales y bióticos, que también hemos detectado en el mismo lago, y el impacto. Fue una disrupción repentina, muy grande, que ya se conocía, sin conocer la causa", apunta el investigador californiano.

Lo que se sabe con certeza es que más de 35 familias de animales desaparecieron en aquella época, incluidas las estrellas de la megafauna de la edad de hielo, los mamuts y mastodontes.

Según otra investigación publicada en la revista Science anteriormente, el proceso de extinción fue gradual y duró mil años, pero los autores de ese estudio creen que la desaparición de animales se produjo antes del supuesto cataclismo, concretamente entre 14.800 y 13.700 años atrás y no después de la caída del meteorito. Ante este panorama, el misterio continúa.

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